lunes, 20 de mayo de 2013

[ONE SHOT] Escribiendo en la pared

Título: Escribiendo en la pared
Autor: chikichikichuu
Pareja: YooSu
Género: AU, PG, Drama, Angst, Romance
Traducción: Shelter1004

Escribiendo en la pared


Sólo el primer día ya es el más difícil.

Cuando Yoochun despertó, el peso de un cuerpo familiar ya no está a su lado, pero la habitación huele tanto a Junsu que se obliga a sí mismo a respirar correctamente o va a sufrir otro ataque. Yoochun podía imaginarse a Junsu, rociando su perfume por todo el departamento antes de irse; de todas maneras, él es del tipo de persona que nunca quiere ser olvidada. Yoochun sonríe con amargura ante ese pensamiento.
Se arrastra a sí mismo fuera de la habitación y se para en medio del departamento, sus ojos observan qué es lo que queda de su vida ahora que Junsu se ha ido.

Junsu se llevó todas sus pertenencias cuando se fue: su ropa (comprada directamente de los maniquíes), sus zapatos de fútbol (gastados por jugar demasiado), sus peluches (todos regalos de Yoochun), sus libros (que a la defensiva decía que los "leía") y el corazón de Yoochun (por supuesto).

Técnicamente hablando, todo lo que hay en el departamento es tanto de Junsu como de Yoochun. Se acuerda cuando, hace dos años, estaba parado en el mismo sitio que está ahora, sosteniendo la mano de un Junsu que tenía los ojos vendados. "¿Dónde estamos? ¿Estamos en la tienda donde venden las entradas? ¿Al fin vas a ver ese partido conmigo?" preguntaba Junsu, muy emocionado. "No, cariño", le respondió Yoochun. "Es incluso mejor". Le sacó la venda a Junsu y sus ojos se abrieron muchísimo al ver el departamento vacío. "Yoochun... esto... estás... estamos..." Junsu cubrió su boca, la cual estaba muy abierta por su absoluto asombro, cuando Yoochun se arrodilló y dijo: "Básicamente, esto es lo más cerca que podemos llegar a un matrimonio". Junsu dejó caer la primera lágrima y Yoochun le sonrió, su corazón estaba satisfecho. Sacó una cajita roja y la abrió, adentro habían dos llaves. "¿Quieres vivir conmigo?".

Yoochun sonrió por el recuerdo. Ese día, ambos se sentaron en el suelo, apoyando sus espaldas en la pared de color sobrio. Se tomaron de la mano y compartieron besos que sellaban promesas. 

Yoochun se acercó a esa pared, ahora hay un sofá apoyado en ella. Odia el color de esa pared, era el color que Junsu quería. Yoochun accedió, con poco entusiasmo, a que pintaran azul esa pared, después de una fuerte pelea. Ahora que lo piensa, esa pelea fue muy inmadura.

El color de la pared es la única cosa que le pertenece completamente a Junsu y que no pudo llevarse con él.
Yoochun encuentra un plumón dentro de un cajón. Con la punta de sus dedos toca brevemente la pared azul (el único testigo de sus promesas rotas). Sobre ella escribe: Nunca me hiciste caso.


***


Aquella noche, Yoochun bebe un poco (de todas formas, ¿qué son 8 botellas de alcohol?) y cuando decide que ya ha bebido suficiente, llorado y todo, llama al teléfono de Junsu.

Trata de aguantar un llanto cuando, después de 6 timbres, escucha que Junsu aún no ha cambiado el mensaje en su buzón de voz, su voz, ¡Hola, habla Park Yoochun! Mi Kim Junsu está ocupado ahora, asi que por favor deja un mensaje después del tono. Su voz en la grabación es juguetona y llena de vida. Pensó en el momento que lo grabó, Junsu se estaba riendo a su lado, diciéndole que era un tonto.

Yoochun no espera el tono y tira su teléfono hacia alguna parte, probablemente contra esa maldita pared azul.


La mañana siguiente, Yoochun siente su corazón más pesado de lo normal. El hecho de que tiene una horrible resaca no ayuda tampoco. Anhela poder escuchar esa irritante y chillona voz de Junsu cuando lo retaba ("¡¿Quién te dijo que bebieras tanto?!" Una palmada en su muslo. "¡Insolente! Ven aquí, te ayudaré para que te duches"). Junsu odiaba cuando tomaba.

Se sienta en el sillón negro, sosteniendo su adolorida cabeza. Todo lo que hay en el departamento le trae recuerdos de Junsu y él, juntos.

Al contrario de Yoochun, quien es más abierto al momento de expresar sus emociones, Junsu era un poco tímido y se avergonzaba con facilidad cuando mostraba afecto. Se sonrojaba cada vez que Yoochun le decía te amo. No le gustaba decir "también te amo".

Fue en este sillón donde Yoochun enfrentó a Junsu, le dijo que se sentía mal porque nunca le ha escuchado decir "te amo". Junsu se sonrojó inmediatamente y golpeó a Yoochun en su brazo. "Qué estúpido", murmuró Junsu, mostrándose molesto pero se notaba que estaba avergonzado, más que otra cosa. "¿De verdad tengo que decirlo?" Yoochun hizo pucheros y le dijo, "¡Te amo! ¿Piensas que eso es estúpido? ¿Mis sentimientos son estúpidos?" ante eso, Junsu rodó sus ojos. "¡Lo entiendo, lo entiendo!" Le tocó la frente con un dedo y luego dibujó un corazón. Ese pequeño gesto hizo que Yoochun sintiera mariposas en su estómago. Junsu estaba frunciendo sus cejas y estaba tan rojo que Yoochun no le insistió más y solo lo besó.

Yoochun vuelve a tomar el plumón, que ahora está en la mesa al lado del sillón y se dirige hacia la pared azul. Escribe: ¿Alguna vez te arrepentiste de haber estado conmigo?


***


Yoochun siempre ha sido un buen empleado, así que cuando pidió un par de días libres, se los dieron de inmediato apenas llamó a su jefe.

Ha pasado una semana y ni siquiera se ha molestado en bañarse. Todo lo que ha hecho es dormir durante el día y beber por la noche. No quiere ni imaginarse cómo se ve.

“¿Quieres hablar?” le dice Jaejoong a través del teléfono.

“Ni siquiera sé por qué duele”, Yoochun sonríe con amargura, las lágrimas caen por sus mejillas. “Él me culpó, dijo que no lo amaba, que nunca lo amé. Es tan cruel… cómo alguien puede ser tan cruel…”

Jaejoong se queda en silencio, como si estuviera alentando a Yoochun a seguir hablando.

“Y después se fue. Así nada más. No sé… no puedo…” respiró profundamente y dejó salir sus palabras. “Nunca pensé que lo necesitaría tanto…”


Yoochun sabe que Jaejoong no aguantaba las ganas para decir algo en contra de Junsu, sólo para confortarlo, pero no dijo nada y él sabe por qué no lo hizo, a Jaejoong le cae bien Junsu. A todo el mundo le cae bien Junsu.

Yoochun no sabe cómo decirle a su mamá y a Yoohwan. Ellos le tienen mucho afecto a Junsu, incluso Harang lo quiere.

Mentí cuando dije que podía esperarte por siempre, porque solo ha pasado una semana y ya te extraño.


***


Todo comenzó cuando Junsu encontró un tazón con olor a café en el lavaplatos. “Tú no tomas café” dijo Junsu, examinando la porcelana que tenía en la mano. “Yo… yo tomé un poco antes que llegaras”, respondió inmediatamente Yoochun, rogando que Junsu no se percatara de la tensión en su voz.


***


Cada día, Yoochun trata de llenar el vacío que dejó Junsu. Poco a poco, fue capaz de recoger todas las piezas de su vida. Comenzó por limpiar su departamento (el cual ahora le pertenece a él solamente), pero hay cosas que no puede dejar.

La pared sigue igual. Todas sus palabras para Junsu, están escritas en ella.
Cuando te sientas solo, siempre recuerda que no fui yo el que se fue.


Jaejoong le dijo que era estúpido; mándale un puto mensaje por Facebook de una vez por todas, pero Yoochun es un mamón y hace las cosas a su manera. Yoochun no se atreve a decirle a Jaejoong que Junsu bloqueó su cuenta. Pero está bien, porque no quiere ver las fotos de ellos juntos. Su foto de perfil sigue siendo una de ellos juntos.

“¡Junsu, foto!” gritó Yoochun y se juntaron lo más cerca posible mientras Yoochun extendía su brazo frente a ellos para sacar una foto con su teléfono. Cuando la miraron, Junsu se largó a reír inmediatamente. “¡Tu cara es tan grande y rara!” Junsu apunta hacia la pantalla. De hecho, era rara, casi un cuarto de la foto era de la nariz de Yoochun. “¡No la borres!” dijo Junsu, aun riéndose. En ese entonces, Yoochun se había enojado en serio, pero ahora que es un recuerdo, no puede evitar sonreir.

Observa la pared y con sus dedos toca lo que acaba de escribir. Al lado escribe: Quiero verte.

***

“Oye genio”, Yoochun se sentó al lado de Junsu, éste estaba tirado en la azotea. “Oye qué”, respondió Junsu, sin dejar de mirar el cielo naranjo. “Te voy a echar de menos” “Para, Yoochun. No es gracioso”, Junsu cerró sus ojos. Yoochun aprovechó ese momento y miró el rostro de Junsu. “Me vas a echar de menos”, le dijo sonriendo porque sabía que estaba molestando a Junsu. Éste se sentó y miró a Yoochun, con una expresión de irritación pero a la vez de súplica. “Yoochun, cállate por favor. Yo…” “O podríamos ir a la misma universidad y así no nos extrañaríamos tanto”.

Junsu lo observaba como si se hubiera convertido en un alien. “Tú… ¿qué? Hace 20 minutos te dije que me gustas cuando estábamos en los vestidores y, ¡claramente me rechazaste!” Yoochun puso expresion de inocente. “Dije: te tiene que doler la cabeza”. Junsu pasó su mano por su cabello. “Exacto. Eso fue un rechazo”. Ante eso, Yoochun se rio, tanto que pensó que podría estar insultando a Junsu. “Yo no les ando pidiendo a los nerds con trasero como burbuja, que se me acaban de declarar, que vayan a la misma universidad que yo. Mira niñito, yo soy bien popular”. “Bueno, yo soy un nerd con trasero de burbuja, ¿por qué me lo estas pidiendo?” “Se supone que tienes que ser inteligente. Los nerds son inteligentes”.  

Junsu se dio por vencido. “Simplemente volvamos a ser amigos. Olvida lo que te dije”. Estaba a punto de volver a recostarse pero Yoochun tomó fuertemente su muñeca, un gesto que indicaba que la conversación aún no había terminado. “Pero a mí me gustas, Junsu”, Yoochun observó el cambio en la expresión de Junsu, fue bastante lindo. “¿Cómo puedo olvidar algo tan importante?”.

Nos amabamos, ¿verdad?


***


“Vi marcas de lápiz labial”, los labios de Junsu temblaban aquella vez. “En todas esas tazas de café, vi marcas de lápiz labial”. “Junsu, cariño. Escuchame, yo…” Junsu estaba al borde de las lágrimas pero logró sacar una sonrisa temblorosa. “Si te escucho, ¿me vas a decir la verdad?”

Yoochun asintió, pero no sabía cómo decirle la verdad a Junsu, sin romperle el corazón.

“Lo primero y más importante, tienes que saber que nunca la quise, la he querido o la voy a querer", Yoochun aclaró y Junsu asintió, la primera lágrima ya caía por su mejilla. “Nos encontramos una vez, en la despedida de soltero de un compañero de la oficina”. Junsu asintió otra vez y cerró sus ojos con fuerza. Yoochun pensó en lo vulnerable que es Junsu y que no merece nada de esta mierda. “Sabes que yo te amo, ¿cierto? Iba decírtelo pero tú… no quería hacerte daño. Quiero arreglar las cosas yo solo”.

“Entonces, ¿por qué ella estaba en nuestra casa? Y no ha sido solo una vez”, preguntó Junsu, sin abrir sus ojos.

Yoochun respiró profundamente. “Dice que la dejé embarazada”.

***

Lo siento, pero no puedo decirlo.

De todas las palabras que ha escrito en la pared, probablemente éstas son las que tienen más significado.


***


Dos años, ocho estaciones y tres ascensos después, Yoochun cree que está haciendo un buen trabajo en seguir adelante. Ya, prácticamente, ha cambiado todo en su departamento: las cortinas, el sofá, el comedor, incluso la cama, pero no la pared azul. Jaejoong le dice estúpido cada vez que puede.
Han pasado dos años y lamentablemente, tal como los momentos que vivieron juntos, ahora Junsu es un recuerdo feliz y a la vez doloroso.

Cuando Yoochun lo ve en la biblioteca municipal, lo reconoce de inmediato. Es imposible no hacerlo, incluso si su cabello está teñido de un azul pálido cuando solía ser castaño oscuro. Está sonriendo tan alegre cuando la bibliotecaria le entrega una copia de lo último de Murakami. Sigues siendo mi nerd, ¿verdad? Yoochun sonríe. Su corazón duele pero no le dice nada.

“¿Tiene una copia disponible de 1Q84? No he terminado de leerlo así que me gustaría pedir ese también”, le dice Junsu a la bibliotecaria, mientras Yoochun lo observa desde 2 mesas más allá.

Rápidamente, la bibliotecaria revisa el registro. “Lo siento, la última copia la tiene ese hombre de allá” ella apunta hacia Yoochun. Es muy tarde para pretender que no lo estaba mirando.

“Oh…” Junsu se ve sorprendido, pero le sigue hablando a la bibliotecaria. “Entonces lo pediré otro dia”. Mira hacia donde esta Yoochun y le sonríe, de la manera en qué le sonreirías a un viejo amigo con quien te acabas de encontrar después de harto tiempo.

***



Hoy te vi.

Estabas perfecto.

¿Cómo esperas que te deje ir?



Al día siguiente, Yoochun compró pintura para sus paredes. Color crema, tal como le gusta.

1 comentarios:

  1. OH MAI GAH
    ENTONCES!
    QUE PASOOOO
    -llora....
    ese final me hizo darme un ataque.

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